Ya se han acabado las vacaciones y toca volver a la rutina, pero antes quería explicaros como fue el viaje a Spanien con el bebé.

Por si no me seguís por las redes, solamente fuimos El Bebé (14 meses) y yo. El Mayor y El Segundo se quedaron con el Gran Jefe.

En cuanto a la maleta fui a lo práctico, me llevé solamente lo esencial. Nada de trastos ni «por si acaso».

El vuelo lo hicimos con Ryanair y desde hace un tiempo te permite subir al avión una maleta y una mochila no muy grande. Para El Bebé, además, podía llevar un bolso o mochila de hasta 5kg sin coste adicional.

En la maleta metí la ropa de los dos. Siendo verano la ropa ocupa poco y como me alojé en casa de la familia, podía lavar y no necesitaba llevarme medio armario.

maletaEn lugar de llevar un bolso con lo del bebé, cogí una mochila de tamaño normal para llevar los pañales, cambiador, muselina, juguetitos, documentos y las bolsas transparentes con los líquidos y medicinas para evitar tener que busca luego en la maleta.

Al avión te permiten subir agua y comida para los bebés pero hay que mostrarlo en el control. Para no tener que sacar todo mientras sujetaba al bebé, lo llevé dentro de una bolsita térmica de Skip-Hop  y aproveché para llevar también un tentempié y agua para mi 😉

Decir que no me llevé silla de paseo porqué en Spanien tenía una, pero también la podéis llevar gratis en el avión. La podéis usar hasta la puerta del avión o hasta la pista en el caso de aeropuertos pequeños y luego te la devuelven en el mismo sitio.

Al bebé lo llevé en la mochila ergonómica Manduca ¡Bendito invento!

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Nuestro viaje empezó saliendo de casa a las 6:45h para coger el tren que nos llevaría hasta la estación principal de Frankfurt (ahora vivimos a unos 25km). De normal, he de tomar dos trenes pero había obras en la vía y habían puesto un tren provisional que va directo. ¡Para mi fue genial!

El Bebé llevó bien los 45 min que duró el trayecto y se durmió mientras esperábamos el autobús que nos llevaría al aeropuerto. Ryanair no vuela desde el aeropuerto de Frankfurt así que nos tuvimos que desplazar a otro aeropuerto que está a unos 115Km.

Se despertó justo al sentarnos en el autobús y me aterraba pensar que tenía 1h y 45 min de viaje con El Bebé con las pilas cargadas.

Lo entretuve con galletas, mirando un cuento, mirando por la ventana… a ratos pedía pecho y se relajaba, otras veces gritaba porque quería tocar los botones del aire acondicionado. Al final se quedó muy quieto, creo que se mareó.

Al llegar al aeropuerto fuimos directos al check-in para poder relajarnos una vez dentro.

Mi previsión de llevarlo todo a mano fue muy acertada. Coloqué la maleta y la mochila en la cinta y en una bandeja puse las bolsitas transparentes y la mochilita de la comida abierta. Tuve que bajar al Bebé de la mochila para pasar por el arco. Luego esperé que saliese la mochila por la cinta y lo volví a subir para recoger las cosas.

Una vez dentro, El Bebé pudo jugar y correr a su aire y se despejó. El vuelo salía a las 12:15h, así que me llevé fruta para media mañana y se la comió mientras jugaba.

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Ya en el avión, rechistó un poco al ponerle el cinturón porque se quería poner de pie, pero lo distraje con un muñequito. Hace cosa de dos meses que dejó el chupete, un día me di cuenta de que llevaba días sin pedirlo y hasta hoy, pero de todas formas me lo llevé para el despegue. No sirvió de mucho porque enseguida se lo quitó y lo tiró, así que le di el pecho.

El vuelo duraba 1h y 50 min, fue la mitad despierto, tranquilo y la otra mitad dormido. Así que fenomenal.

¡Lo peor fue montarlo en el coche cuando llegamos! Era la primera vez que iba en coche y por ende, en una silla de coche. ¡Lió lo más grande! Fue los 15 min que duró el trayecto llorando y vomitó, no se si mareado o del mismo enfado.

Tips o recomendaciones:

– Elige el asiento: Yo, opte por asignación aleatoria y en la ida me tocó pasillo. En un primer momento, me pareció bien por si tenía que levantarme, pero luego vi que hay viajeros que se levantan a cada poco y si me hubiese tocado uno de esos acompañantes me hubiese incomodado bastante. Hubiese tenido que quitar los cinturones, levantarme con el bebé dormido… un engorro.

A la vuelta me tocó ventana y el viaje fue más ameno. El Bebé se durmió antes de despegar y lo tuve que despertar para bajarnos. Yo fui contemplando el paisaje por la ventana.

Este punto también depende del avión y de lo que dure el vuelo. Los de Ryanair son muy pequeños, y para que salga el viajero de al lado has de levantarte si o si, en aviones más amplios esto no ocurre.

Nuestro viaje era cortito y yo fui al baño antes, con lo que sabía que por mi parte no tendría que moverme.

– Ten todo lo que preveas que vas a necesitar a mano: Como he comentado antes, en la mochila llevaba lo necesario para el bebé, los documentos, una sabanita o muselina, ya que suele hacer frío y las bolsitas con los líquidos y medicinas. Así evitas tener que abrir la maleta, rebuscar…

– Entretenimiento: Lleva algún juguete o cuento, a ser posible nuevo para que capte su atención y galletitas o snacks de bebés para entretenerlo.

– Dolor de oídos: Para evitar las molestias en los oídos en el despegue y el aterrizaje puedes darle al bebé el chupete, el pecho o un biberón con agua para que succione.

– Equipaje: Lleva solo lo imprescindible, no te cargues de cosas que casi seguro no usarás. Si tienes mochila portabebés o fular no lo olvides, es muy útil y si el bebé se pone tontorrón, con mamá seguro se relaja y se duerme pronto.

Si vas a llevar silla de paseo, te recomiendo que uses una silla ligera tipo paraguas, a ser posible que no sea nueva porque hay compañías que no las tratan bien y tengo conocidas a las que les han roto, rallado, perdido piezas… de cochecitos buenos.

Creo que no me he dejado nada, solo deciros que no os hagáis una idea de como va a ir el viaje porque yo creía que con tanto ajetreo, El Bebé lo iba a llevar fatal y me sorprendió lo bien que fue.

¡Buen viaje!

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