Las cartas de la brújula: Un viaje por el mundo a través de la lectura

Tenía muchas ganas de hablaros de Las cartas de la brújula, un proyecto para fomentar la lectura a través de cartas que llegan en papel a casa. ¡Sí, sí! Por correo ordinario al buzón con el propio nombre del niño.

«¡Mama, ha llegado una carta!» Es lo que grita Aisha cada vez que abre el buzón y se encuentra la sorpresa de una nueva entrega. Y es que nuestro buzón se abre desde dentro del recibidor, por lo que cada día revisa si ha llegado correo.

Cada mes recibimos un sobre en papel reciclado marrón, con el dibujito de la brújula en una esquina, por lo que rápidamente lo identifica y comienza el interés por descubrir el nuevo viaje imaginario. Y es que, a pesar de ser un proyecto enfocado a la lectura, para las familias que educamos en casa se convierte en todo un proyecto multidisciplinar con el que abarcar también el área de geografía, de historia, de arte y hasta podemos preparar recetas de cocina. No importa la edad de los niños, están pensadas para cualquier edad desde los 0 a los 99 años.

Cada entrega nos traslada a un lugar real de alguna parte del mundo (del que probablemente no hayas oído hablar) y nos cuenta, a través de las palabras de un lugareño, las maravillas de ese sitio: las costumbres, la cultura, los lugares de interés y algunas curiosidades divertidas.

Las cartas en sí son preciosas, ya que son a todo color en papel reciclado e ilustradas a mano, nada de una hoja blanca cutre, no, son toda una obra de arte.

Nosotros elegimos el viaje en español, pero están disponibles también en inglés, alemán e italiano. Me hubiera gustado el alemán para que los mayores siguieran practicando el idioma, pero como ni los pequeños ni yo lo hablamos, no les habría podido sacar tanto jugo.

Las cartas de la brújula es un proyecto ecológico, su compromiso con el medio ambiente va desde el papel reciclado de los materiales impresos hasta el propio alojamiento ecológico de la web.

Planes de suscripción

Las cartas de la brújula es un proyecto de suscripción mensual en el que puedes escoger el plan que mejor os encaje.

Dependiendo del plan de suscripción que elijas, recibirás también unas tarjetas complementando la carta. Puedes ver los tres planes en este enlace.

El plan Explorador incluye una tarjeta Geo con datos como la ubicación geográfica, lengua que se habla, una breve explicación con datos significativos y sobre el clima, así como las coordenadas exactas.

El plan Trotamundos (el que tenemos nosotros) además de la tarjeta Geo, incluye una tarjeta Trivia con una ilustración delante y, por el reverso, otros datos interesantes y curiosos del lugar. Este plan también incluye una postal mensual igual de bonita que todo el proyecto en sí, de esas que dan pena enviarlas y las guardas a modo de colección.

Entre las primeras cartas de ambos planes llega un mapa en tamaño A2 también con las ilustraciones realizadas a mano digno de enmarcar. Además, viene una pegatina pequeñita en forma de brújula para pegar en el mapa y situarnos geográficamente.

El plan Explorador es el más sencillo y solo lleva la carta mensual. Es una excelente opción si estás dudando en suscribirte y quieres probar primero.

Nuestra primera carta de la brújula: Lofoten

Hacía mucho tiempo que no me topaba con un proyecto tan chulo y que pueda dar tanto de sí.

Es abrir la carta y tal como vamos leyendo, se me van ocurriendo ideas de otras actividades complementarias. Vamos a trabajarlas por largos períodos, por qué no nos da tiempo exprimir una al máximo, que llega la siguiente ¡y se nos acumulan!.

Si quieres realizar otras actividades en torno a las cartas, te recomiendo que la leas antes para poder preparar el material y no ir a salto de mata como hice yo con la primera. El resto las he preparado con antelación.

Detalle del contenido

La primera entrega fue un viaje a Lofoten, unas islas noruegas situadas en el mar del Norte. Son famosas por sus maravillosos paisajes y por las auroras boreales.

Lo primero de todo fue leer la carta entre todos y situar las islas en el mapa pegando la pegatina. Leímos las tarjetas y a los dos mayores (11 y 14 años) les llamó mucho la atención el lugar.

Cómo querían saber más, les propuse que prepararan un viaje a Lofoten. Estuvieron viendo las formas que tenemos de llegar y buscando los billetes. Al tratarse de un viaje largo, no hay vuelos directos y planearon una escala en Oslo para seguir luego hasta Bodø y desde allí tomar el ferry hasta Lofoten. Con todo eso, se dieron cuenta de que gran parte del presupuesto de un viaje, se va en el transporte.

Una vez tuvieron claro como ir, buscaron alojamiento y planearon algunas excursiones. Entre ellas, ir a ver las auroras boreales. En ese punto se dieron cuenta de que habían preparado todo el viaje sin tener en cuenta las fechas, y es que para ver las auroras hay que ir entre finales de septiembre y finales de marzo, que es cuando hay menos horas de luz y ellos lo habían programado para las vacaciones de verano. Vieron que opciones tenían para verano y tuvieron que decidirse entre cambiar fechas para ver las auroras, o ir en verano y dejarse asombrar por el sol de medianoche.

Los pequeños coloreando la bandera de Noruega

Mientras ellos planeaban su viaje, yo estuve haciendo algo de geografía con los pequeños (4 y 6 años). Buscamos un mapa de Noruega en internet, vimos algunas fotos de las islas, les leí algunas informaciones que íbamos encontrando y coloreamos la bandera Noruega.

Para finalizar, todos pintaron auroras boreales con acuarelas qué quedaron estupendas. Quedaron ansiosos por recibir las siguientes entregas.

Pintando auroras boreales

¿Qué te ha parecido?

Si tienes dudas sobre el proyecto, puedes consultar la página de preguntas frecuentes en la web de Las cartas de la brújula.