Como os adelanté ayer por Instagram, os traigo la de los churros caseros. Como siempre, fácil y rápida que una con tres niños no puede entretenerse con recetas trabajosas.

Necesitamos:

  • 200gr. de harina
  • 320ml. de agua
  • 1 cucharada de aceite de oliva (mejor virgen extra)
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de levadura química (yo usé Royal)
  • Azúcar al gusto
  • Aceite de girasol para freír

Para comenzar, pondremos a calentar el agua con la cucharada de aceite y la sal en un cazo o cazuela. Solamente lo tendremos en el fuego hasta que empiece a hervir y lo retiraremos.

Añadiremos toda la harina y la levadura de golpe y mezclaremos con una cuchara de madera. Poco a poco la mezcla irá cogiendo cuerpo y se irá endureciendo hasta que se despegará toda de las paredes de la cazuela y quedará en forma de bola como en la imagen.

Luego rellenaremos la churrera o manga pastelera. Yo lo más parecido a una churrera que encontré aquí fue una churrera de decoración de plástico similar a la de la imagen.

Para las que estáis por estas tierras, la compré en Kaufland por 7 euros y trae muchas boquillas distintas.

Usé la boquilla plana en forma de estrella que se ve en la imagen y el grosor de los churros fue perfecto.

 

Pondremos el aceite a freír y cuando esté bien caliente, iremos echando los churros.

Hay quien los va echando directamente desde la churrera a la sartén, a mi me da respeto que me salte el aceite y primero los preparo todos en una bandeja. Podéis hacerlos alargados o darles forma.

Freímos hasta que estén dorados y los ponemos a escurrir en papel absorbente. Luego espolvoreamos azúcar al gusto y ¡a comer!