En el embarazo es importante alimentarse bien ya que el bebé se alimenta a través de nosotras. Pero ¡ojo! no hay que hacer una dieta especial, excepto si lo prescribe el médico. Lo que si es importante es mantener una dieta equilibrada y variada para no tener carencias.

Las hormonas nos pueden jugar malas pasadas y hacer que detestemos algunos alimentos necesarios o que nos apetezca comer cosas menos saludables a toda hora.

En mi caso, en este embarazo me cuesta mucho comer verduras, da igual como estén preparadas, simplemente no me apetecen y me las como sin ganas. En cambio, me apetece fruta en todo momento.

Durante el embarazo hay algunos alimentos que hay que evitar o con los que se debe tener cuidado. Vamos a verlos.

Frutas y verduras sin lavar

Es importante lavar siempre las frutas y verduras, pero en el embarazo es más importante ya que algunas bacterias, como la Salmonella, la E. Coli o la Listeria, y algunos parásitos, como el Toxoplasma, pueden alojarse en la piel de estos alimentos frescos que suelen consumirse crudos.

Se recomienda no comer ensaladas fuera de casa ya que no sabemos como han sido lavadas y mejor no correr riesgos.

Infusiones y tés de hierbas

Así de pronto puede sonar raro ¿cómo algo natural puede ser malo? Pues sí, hay muchas hierbas que están desaconsejadas en el embarazo, muchas incluso en la lactancia. Algunas no se deberían tomar en todo el embarazo, otras solamente están contra indicadas en algunos periodos. Tengo pensado hacer una entrada solamente hablando de esto, porqué hay muchísimas plantas, pero os comento las más importantes.

El té negro, el té verde y la manzanilla no están prohibidos, pero hay que tomarlos con moderación.

Por ejemplo, el poleo, el boldo y el regaliz no deberían tomarse estando embarazada.

Es aconsejable consultar con el doctor antes de tomar infusiones.

Carne cruda o poco cocinada

En el embarazo debemos comer la carne bien cocinada. Esto garantiza que queden parásitos como el de la toxoplasmosis  y la cisticercosis o bacterias como la salmonella.

Al estar embarazada, tu sistema inmunológico cambia y te hace más susceptible a contraer intoxicaciones alimenticias que antes de quedar embarazada.

En este punto también podemos incluir los embutidos crudos, como el salchichón, el chorizo, el fuet… Sin embargo, sí se pueden comer aquellos cocinados, como el jamón cocido, la pechuga de pavo o la mortadela.

Aunque dicen que los embutidos crudos, si se congelan antes de consumir, sí son seguros.

Pescado crudo

La prohibición del consumo de pescado crudo (incuso el sushi) durante el embarazo es para evitar el riesgo de intoxicaciones o infecciones debido a los parásitos que puede tener el pescado crudo, como es el caso del anisakis.

Como pasa con el embutido crudo, se dice que congelar el pescado a -20 grados durante 48/72 horas, acaba con el parásito.

Alimentos y bebidas no pasteurizados

El proceso de pasteurización calienta la leche a una temperatura que mata los microorganismos que puedan haber sin cambiar el producto. Los alimentos y bebidas que no fueron sometidos a este proceso deber ser evitados en el embarazo.

Los quesos blandos elaborados con leche sin pasteurizar pueden contener la bacteria de la listeria. Los quesos que entran en esta categoría son el queso azul, camembert, feta, brie y quesos de estilo mejicano como los tres quesis (blanco, fresco y crema).

Huevos crudos

El huevo crudo puede contener salmonella, una bacteria muy perjudicial en el desarrollo del bebé.

Evita la salsa César y la ensalada con el mismo nombre ya que el aderezo se hace con huevo crudo. Del mismo modo, es mejor evitar la mayonesa casera.

 

Hasta aquí el post de hoy. Creo que no me he dejado nada. ¿Os han prohibido algún otro alimento?

¡Mil abrazos!