Aquí en Alemania el invierno es muy largo (y muy gris) y a la que va llegando el buen tiempo y comienzan a asomar los primeros rayos de sol, cogemos los bartulos y nos vamos de picnic a los parques o a las orillas de los ríos.

Al principio, cuando salía el sol, nos hacía gracia ver como los alemanes salían todos a hacer vida al exterior y de manga corta aunque no hiciese calor. Con el tiempo, nos hemos alemanizado en ese aspecto y es que como no aproveches esos rayitos de sol, es posible que no vuelvas a verlos en ¡días o semanas!

A diferencia de España, en la mayoría del parques hay espacios en los que está permitido hacer barbacoas. Es curioso ver como llegan las familias cargadas, colocan su barbacoa y como si estuviesen en el jardín de su casa.

En los supermercados venden barbacoas de un solo uso justamente para este propósito, pero es importante cumplir ciertas normas para que no nos llamen la atención. Por ejemplo, hay que colocarlas sobre piedras o una superficie alta y resistente al calor (suele haberlas) para no quemar la hierba si las colocamos en el suelo.

Nosotros solemos hacer la barbacoa en casa, si vamos de picnic nos llevamos la comida preparada. Bastante cargados vamos ya, como para encima pensar en la carne, condimentos, pinzas…

Nuestras comidas fuera de casa suelen ser muy españolas, no falla el pollo empanado, la tortilla de patatas y unas aceitunitas.

Las qué sois mamás múltiples sabéis lo difícil que es salir de casa con los niños. Cuando parece que ya está todo y que nos podemos marchar… a uno le entra pipí (o caca), el otro se ha ensuciado y el tercero se ha caído trepando por el sofá.

Así que como intente preparar la comida por la mañana, o me levanto a las seis o no salimos de casa hasta las cuatro de la tarde y, ya si eso, merendamos.

Por lo que tuve que buscar recursos y descubrí esta fiambrera eléctrica que es la caña. Dejo la comida preparada por la noche y así al día siguiente podemos salir a una hora razonable.

Es una fiambrera que tiene dos compartimentos independientes para poder llevar dos platos distintos. El compartimento grande es el qué calienta y el pequeño es un tuper convencional, ideal para una ensalada o alguna comida que no necesite calentarse.

Está claro que en el parque no hay enchufes para calentar la comida, pero lo bueno es que mantiene la comida caliente durante varias horas. Con lo que es tan simple como ponerla a calentar un rato antes de irnos y así a la hora de comer, la comida estará caliente.

Y ¡sí! es súper práctica para llevarte la comida al trabajo o si los niños se quedan a comer en el colegio o van de excursión.

Es un utensilio de cocina típico de teletienda, pero es que a mi todas estas chorraditas de teletienda me encantan y además está muy bien de precio, no llegó a 12 euros.

Y tu, ¿sueles ir de picnic en familia?