Hace cerca de un mes que el Tercero se está destetando paulatinamente. Con un nuevo embarazo, la producción de leche baja y es habitual que muchos niños vayan perdiendo el interés en mamar. Él sigue pidiendo, pero mama unos minutos y ya está. A raíz de esta reducción de tomas, ha empezado a dormir toda la noche del tirón.

Hasta ahí fenomenal, porqué él lleva bien el destete y yo puedo descansar mejor, pero a nuestras noches se han autoinvitado los terrores nocturnos.

Los terrores nocturnos suelen confundirse con pesadillas, de hecho la primera noche pensé que estaba soñando. Pero al ver que el resto de noches seguía el mismo patrón, vi que no era así.

En una pesadilla, el niño se despierta asustado y recuerda perfectamente lo que estaba soñando. Lo cual provoca que le cueste volver a dormirse por miedo a que se repita. Todos hemos tenido pesadillas y sabemos lo mal que se pasa.

En cambio, en los terrores nocturnos, el niño se pone a gritar de repente, a dar manotazos o patadas muy nervioso. Puede que tenga los ojos abiertos pero sigue dormido (parece que mire al vacío y da hasta miedito), el ritmo cardíaco se acelera y puede que le entren sudores e incluso se levante y corra por la casa.

Suelen aparecer en las primeras horas de sueño, en la fase no REM y pueden durar entre 5 y 15 minutos. Después el niño sigue durmiendo como si nada y al día siguiente no lo recuerda.

No se sabe muy bien la causa, pero se dice que es porqué el niño todavía no sabe cambiar de la fase profunda del sueño (no REM) a la más superficial (REM). El paso de una fase a otra suele hacerse con suavidad pero a veces por inmadurez del sistema nervioso central ocurre de esta forma.

Es un momento de mucha angustia para los padres ya que no puedes hacer nada para calmarlo pues el niño ni te ve ni te escucha.

Es importante no despertar al niño ni agarrarlo, simplemente debemos procurar que no se de algún golpe con algo y se haga daño.

Para evitarlos, aconsejan seguir una rutina de sueño. Hay que evitar que tenga demasiados estímulos antes de dormirse o podemos dejar el momento del baño para justo antes de acostarse.

En nuestro caso, tiene 21 meses y lo que hago es acostarlo antes de que esté excesivamente cansado porqué he visto que los días que está muy cansado suelen repetirse hasta dos veces en la misma noche. Después, cuando ya lleva dormido unas tres horas o así, aprovechando que me levanto tropecientas veces al baño, lo cambio de postura y debe salir de la fase no REM porqué se remueve, se acomoda y los terrores no aparecen.

¿Vuestros hijos también sufren terrores nocturnos?