Las vacaciones escolares de verano tienen sus pros y sus contras (la mayor desventaja para la mayoría de padres es gestionar el cuidado de los niños y el trabajo), pero seguramente una de las mejores cosas al respecto es no hay escuela. Las mañanas de los días de escuela son sin duda una de las partes más estresantes del día cuando tienes hijos en edad escolar. Por lo menos yo, puedo pasar de ser una mamá zen a una mamá gritona en diez segundos.

Pero, ¿adivina qué? No tiene que ser tan horrible como crees. Aquí están mis cinco consejos sobre cómo superar las mañanas de escuela sin estrés.

Organizarse

La clave aquí es pensar con antelación y asegurándote, cada fin de semana, de que el uniforme, el chándal de deporte, la bata (según sea tu caso) está limpio. También prever ropa limpia para toda la semana, por si surge algún contra tiempo (¿Te acuerdas de cuando estuve sin agua 20 días?). Darte cuenta a las 8 de la mañana de que no quedan calcetines limpios o las cosas de deporte siguen en la mochila desde la semana anterior, pone de los nervios a cualquiera.

Del mismo modo, si tus hijos desayunan o almuerzan en el cole y lo llevan de casa, planearlos con antelación y comprar la comida en el fin de semana también ayuda. Si puedes dejarlo preparado cada noche y meterlo en la nevera, aún mejor.

Así que organizar la ropa limpia para la semana y planificar los desayunos y almuerzos el fin de semana, es una buena jugada.

Estar al día con las planificaciones de la escuela

Uno de los desencadenantes de estrés más importantes para mí era cuando, cinco minutos antes de que nos vayamos, uno de los niños decía: «Oh, mamá, tenemos que llevar fotos de hormigas para el trabajo de naturales». Lo que nos hacía correr a toda prisa buscando fotos en internet para imprimirlas. Evita el estrés  manteniéndote al tanto de todo.

Hasta ahora tengo una carpeta con separadores donde pongo todas las cartas y notas enviadas a casa desde la escuela. Al mismo tiempo que guardo la hoja en la carpeta, lo anoto en mi agenda. Así recuerdo que el próximo jueves el tercero va de paseo por el pueblo y ha de llevar el chándal del cole, el viernes es el día de la foto de grupo y el martes siguiente hay que pagar 12 euros para la excursión del segundo.

Ahora que en el piso nuevo tenemos espacio, quiero crear un centro de comando familiar como los que he visto en Pinterest. Ya te lo enseñaré.

Despertarse temprano

Si puedes sobrellevarlo, levántate por lo menos media hora antes que tus hijos. Incluso si en esa media hora solo te da tiempo a sentarte con una taza de café o té en paz y hojear las noticias (o, ya sabes, Instagram….).Trata de establecer una rutina matutina que incluya que tus hijos se levanten todos los días a la misma hora.

La nuestra es algo así como: A las 6:15 de la mañana, nos levantamos mi marido y yo y desayunamos tranquilamente viendo amanecer. Así tenemos nuestro tiempo de pareja tranquilo y sin niños (aunque no siempre funciona y la mayoría de días la niña se despierta a los 15 minutos). A las 7:30 de la mañana, después de que nosotros ya estemos duchados y arreglados, se levantan los dos mayores de 12 y 9 años. El segundo realmente podría dormir más tiempo pero es muy lento y nos pilla el toro. A las 8 se levanta el de 4 años y yo bajo a la panadería que hay abajo a comprar el pan para preparar los bocadillos del cole (esto lo hago porque solo tardo 2 minutos). El mayor sale de casa antes para ir al instituto y los demás nos vamos 15-20 minutos antes de comenzar las clases ya que vamos a pie.

Crear un entorno tranquilo

El levantarse con suficiente tiempo permite que nos queden unos minutos libres que evitan que los niños (y nosotros) nos estresemos con las prisas. Y los niños serenos y felices nunca se niegan a ponerse los zapatos para la escuela, ¿verdad?

Aprovecha esos minutillos para conversar con ellos, leer un cuento, jugar un poquito o ver algún programa relajado en la tele (nada de dibujos animados escandalosos y con mucho movimiento o se te descontrolará el gallinero).

Revisar los deberes

Asegúrate la noche antes de que tus hijos han acabado los deberes o tareas. No hay nada más estresante que intentar que el niño acabe la ficha de matemáticas a tiempo para salir de casa. Del mismo modo, recuérdeles que revisen que tienen todo lo necesario para el día siguiente en la mochila.

Por supuesto, no olvides llevar siempre un paquete de pañuelos de papel o de toallitas húmedas en el bolso o coche, siempre habrá una cara churretosa, unos mocos o una mancha en el jersey que limpiar y te darás cuenta en la puerta del cole.

Espero que estos tips te ayuden y si te han gustado ¡compártelos!