En este post te hablé de la educación primaria en Alemania, y aprovechando que el tercero acaba de comenzar la guardería, hoy vengo a hablarte del Kindergarten.

La traducción de Kinderdarten no es exactamente guardería, sería «jardín de infancia»,  pero así nos entendemos todos.

Al igual que en España, en Alemania la escolarización obligatoria es a los 6 años, pero el 85% de los niños alemanes de entre 3 y 6 años acuden al Kindergarten. Si comparamos la filosofía educativa de las guarderías alemanas, no tiene nada que ver con la etapa de educación infantil (3-6 años) de España.

Sobre el papel, todos los niños de 3 a 6 años tienen derecho a una plaza en una guardería pública. Pero en muchas ciudades la realidad es otra y cuesta muchísimo encontrar una plaza por lo que las familias tienen que recurrir a las guarderías privadas (carísimas) o las Tagesmutter que son las madres de día. Por suerte no es el caso de nuestro pueblo, nosotros pudimos elegir el Kindergarten tanto con el segundo como con el tercero.

Te estarás preguntando que ocurre con los niños de menos de 3 años y como lo hacen los padres que trabajan. Recordando este post antiguo en el que te conté que la excedencia por maternidad/paternidad (pagada) dura 12 meses y  puedes alargarla hasta los 3 años jugando con las reducciones de jornada de ambos progenitores. Por lo que lo normal es que el primer año, los niños estén en casa con alguno de los padres y después, si es necesario, pueden acudir a la KinderKrippe o «Casa cuna» hasta los tres añitos.

Jardín de una guardería alemana

Volviendo al tema que nos ocupa, algo que me llamó la atención, es que los grupos en el aula son de aproximadamente 15 niños y están mezclados por edades siguiendo la metodología Montessori.

De esta metodología te hablaré en profundidad otro día, pero para que tengas cuatro nociones básicas, contarte que el integrar a los niños de distintas edades promueve la socialización, el respeto y la solidaridad. El ambiente está preparado de tal forma que permite al niño elegir libremente, lo que  promueve la independencia del niño en la exploración y el proceso de aprendizaje.

Por lo que, como habrás deducido, no se enseña ni a leer ni a escribir. Esta etapa se concentra en el desarrollo del habla, el movimiento coordinado y la independencia, que le dan confianza al niño y le permiten descubrir su propio potencial y su lugar dentro de una comunidad.

En la mayoría de guarderías públicas se aplica esta metodología, en las privadas o bilingües suelen ser un poco más tradicionales, excepto en las especificas Montessori o Waldorf.

A diferencia que el colegio, que tiene un horario lectivo bastante reducido, los Kindergarten están abiertos durante más horas. Suelen abrir sus puertas sobre las 7 de la mañana y cierran entorno a las 17 horas para que las familias puedan organizarse según sus necesidades.

En el Kindergarten de Anuar, por ejemplo, los niños del turno de mañanas pueden entrar desde las 7 a las 9, pudiendo desayunar allí. De las 12 a las 12:30h hay otra franja de entradas y salidas. Algunos acaban su jornada, otros van a comer a casa para regresar por la tarde y otros llegan a almorzar y para la jornada de tarde. De las 14 a las 14:30h vuelve a haber otro cambio de turno, algunos se marchan después de almorzar y otros llegan para pasar la tarde. La recogida del último turno es de 16:30 a 17h.

Comedor de una guardería alemana

Los precios dependen de cada estado y de cada ciudad. Algunos tienen un coste fijo, otros están financiados por los ayuntamientos, otros tienen descuentos según los ingresos familiares…

En nuestro caso, todo el estado de Hessen, desde este mes de agosto tenemos 4 horas diarias gratuitas, que son las que acude Anuar para aprender el idioma. Él va por las mañanas y tiene incluido el desayuno, por lo que no pagamos nada. En el caso de quedarse a almorzar, el comedor se paga a parte.

Algo que me gusta mucho es que hacen muchas actividades para involucrar a las familias. En el nuestro, cada cierto tiempo se organizan los Elterncafe o cafés de padres, en los que se reúnen los padres para pasar una tarde entretenida charlando y tomando café con pastelitos.

También es habitual que pidan recursos materiales como pueden ser pañuelos de papel, botes de crema solar cuando llega el buen tiempo, papel para dibujar… y también se suelen organizar mercadillos de segunda mano o paradas de venta de pasteles en alguna feria para recaudar fondos para la guardería.

Creo que te he contado lo más destacable, si quieres hacer una aportación, déjame un comentario!