¿Cómo supimos que nuestra hija de 2 años tenía diabetes tipo 1? Conoce los síntomas
Escribo desde dos necesidades: la primera, para registrar nuestra historia y orientar a familias en busca de respuestas; la segunda, para procesar mis sentimientos y reflexiones.
3 de abril de 2020, un día que nunca olvidaré
Esta fecha será conocida para siempre como el debut de la peque. Este fue el día en que mi hija de 2 añitos fue diagnosticada con diabetes tipo 1. Se me encoge el alma cuando escribo esas palabras…
En realidad, todo sucedió muy rápido y eso hizo que pusiéramos atención a los síntomas.
Llevábamos casi un mes de cuarentena encerrados en casa por el coronavirus. Las cosas estaban normales, como siempre, pero la niña estaba un poco más irritable. Lo atribuimos al estrés o ansiedad de no poder salir a la calle.
Mirando atrás, la misma semana en la que cerraron los colegios, mi hijo mayor se enfermó. A los pocos días, el tercero tuvo vómitos y a la semana siguiente, le tocó a la niña. No le dimos importancia, que se pasen los virus unos a otros, es algo habitual.
Lo que sí nos pareció extraño es que la niña comenzó a beber mucha agua y, por consiguiente, a hacer mucho pis. Llegamos al punto de tener que cambiar de talla de pañal pensando en que ya se le habían quedado pequeños y por eso se le salía el pis.
También nos dimos cuenta de que comía más de lo habitual, a toda hora quería comer. Dada la situación, pensamos que era ansiedad y un pez que se mordía la cola: comía más -> tenía más sed -> hacía más pis.
El día 3 a medio día, se quejaba de dolor de barriga y el aliento le olía mal. Pensamos que se iba a poner malita de nuevo, pero, como ya estábamos con la duda, se nos ocurrió consultar todos los signos en Google.
Y esto ocurrió…
No podía ser, no queríamos hacer caso de Google, pero todas las búsquedas llevaban al mismo resultado. ¿Cómo iba a tener diabetes?
Al poco rato, entre nervios y miedo, llamé al ambulatorio para hablar con un pediatra y comentarle lo ocurrido. No hizo falta darle muchas explicaciones, la clave fue: bebe mucho, siempre tiene mucha hambre y hace muchísimo pipí. Ni siquiera llegué a comentarle que había mirado en internet, no me dejó. Me dijo que fuera corriendo, que le quería hacer una prueba de glucemia (el pinchazo en el dedo para ver la glucosa en sangre).
Tuvo que repetir el test dos veces por qué el aparato tiraba un error, pero fue a consultarlo y ese error quería decir que la glucosa estaba por encima de 500, el tope que marcaba el aparato.
Su cara cambió rápidamente y enseguida preparó el informe y el traslado en ambulancia al hospital. Ahí el miedo se apoderó de mí. No solo por el shock de la noticia, sino por tener que ir a un hospital en plena pandemia. Me había pasado un mes diciendo a los niños que jugasen con cuidado que no quería tener que ir al hospital.
El trato en el hospital fue inmejorable, muy agradecida. Pusieron todo su empeño para hacernos la estancia lo más agradable posible dentro de lo que conllevan las mascarillas, epis y demás recomendaciones para prevención del contagio por el virus.
Síntomas diabetes tipo 1 en niños
Uno de los primeros signos de diabetes en los niños es el aumento de la necesidad de hacer pis y de la sed. Cuando el nivel de azúcar en la sangre es alto, se desencadena una reacción en el cuerpo que extrae líquido de los tejidos. Esto hace que el niño beba más agua para recuperar los líquidos y, como consecuencia, vaya más al baño.
El hambre excesiva puede significar que los músculos y órganos del niño no están recibiendo suficiente energía. No se debe ignorar la pérdida de peso repentina en los niños, pero especialmente cuando ha estado comiendo más.
Si sientes que tu hijo parece estar cansado o somnoliento, podría ser una señal de que su cuerpo está teniendo problemas para transformar el azúcar en energía. Los casos extremos de esto incluyen el aturdimiento y la inconsciencia.
Tener un aliento con olor a fruta, incluso cuando hace tiempo que tu hijo no come, puede que hay un exceso de azúcar en la sangre.
Podría ser que manifestase que no ve bien. Tener un nivel alto de azúcar en la sangre a menudo causa visión borrosa y otros problemas de la vista.
También puedes detectar cambios en el comportamiento. Parece estar de mal humor o más inquieto de lo normal. Esto por sí solo no es un indicativo de diabetes, pero asociado a los demás síntomas sí.
Ante un diagnóstico de diabetes, lo primero que hacemos como padres es culparnos y pensar que algo hemos hecho mal, pero no es así. Los médicos no saben exactamente por qué algunos niños desarrollan diabetes y otros no. No está vinculada a un gen específico que se pueda analizar, y aunque los trastornos autoinmunes pueden ser hereditarios, la mayoría de los casos de diabetes infantil parecen ocurrir al azar. Simplemente nos ha tocado.
Exención de responsabilidad: Este contenido no pretende sustituir el consejo médico profesional, el diagnóstico o el tratamiento. Consulta siempre al médico, pediatra u otro proveedor de salud calificado cualquier pregunta que puedas tener sobre tu salud o la de tus hijos.